Ostatu es la historia de una familia arraigada a la tierra. Viñedos que han pasado de generación en generación, una forma de entender el vino con honestidad y respeto.
Hoy, somos Gonzalo, Mariasun e Iñigo, quienes continuamos el legado recogido de nuestros padres con una mirada firme hacia el futuro, manteniendo vivos los valores de quienes nos precedieron.
Nuestra bodega ubicada en Samaniego, en el corazón de Rioja Alavesa, es el reflejo de nuestra identidad: 36 hectáreas de viñedo propio, divididas en 50 microparcelas, donde la diversidad de suelos, alturas y orientaciones nos permite elaborar vinos con carácter, fieles al territorio. Vinos donde la influencia de la sierra de Cantabria, el microclima atlántico y la diversidad de suelos moldean una personalidad única en cada botella.
Desde la antigua venta-posada que da nombre a Ostatu hasta la bodega actual, hemos evolucionado con una filosofía clara: equilibrio entre tradición e innovación. Apostamos por una viticultura sostenible y certificada como ecológica, con el compromiso de preservar nuestro entorno y asegurar la mejor expresión de nuestros viñedos.
Ostatu es más que una bodega: es un espacio de acogida, de encuentro y de celebración. Un lugar donde cada copa cuenta la historia de nuestra familia, de nuestra tierra y de la pasión por hacer vinos que emocionen.
Bienvenidos a Ostatu.
Desde que la familia Sáenz de Samaniego empezase su relación con los viñedos en el siglo XVI, hemos tenido muy claro que el elemento principal y el máximo protagonista son nuestras viñas.
36 hectáreas de viñedo propio, divididos en 50 microparcelas ubicadas principalmente en Samaniego en diferentes alturas y orientaciones, bajo la protección de la sierra, de Cantabria-Toloño. Suelos arcilloso calcáreos y la confluencia de dos climas tan diferentes como el atlántico y el mediterráneo son el lugar ideal para el desarrollo de un viñedo de calidad.
El clima
Un microclima único, resultado de la confluencia del clima atlántico y mediterráneo. Cuenta con la cantidad idónea de lluvia al año, la protección de los fríos vientos del norte gracias a la sierra, en unos viñedos que se encuentran principalmente orientados al sur.
El terroir
Los terrenos en los que se asientan nuestros viñedos son la herencia de una viticultura respetuosa con el medioambiente que hemos realizado desde siempre, algo que hemos afianzado con el paso del tiempo hasta registrar nuestras tierras como viñedos ecológicos en ENEEK. Una visión integral que supone cuidar de la tierra, del entorno, de nuestro patrimonio y de la naturaleza con el máximo respeto. Suelos arcillo-calcáreos que imprimen alma a nuestros vinos. Suelos pobres, sin exceso de materia orgánica, sueltos y con viñas viejas cuyas raíces luchan por obtener las mejores características. Solo así, se consiguen los grandes vinos.